ESCULTURAS ENVASADAS AL VACÍO
Foto de Xavi Fàbrega, Diari de Girona.
Carme Pujol ya nos dio una excelente muestra de su trabajo el pasado verano en los Baños Árabes de Girona. Entonces, con la inestimable colaboración del entorno, la escultora nos enseñaba las grandes posibilidades de un material tan insospechado como las cámaras neumáticas de caucho; pese a ser mucho más barato que el mármol de Carrara o las tóxicas fundidas de metal, el plástico negro tiene, también en ciernes, esculturas sorprendentes.
La paradójica apariencia orgánica de sus trabajos, pese a ser realizados con un material situado a las antípodas de la organicidad, aún toma más fuerza y argumentos una vez envasados al vacío. El juego hermenéutico es jugoso y fácil pero es un trabajo del espectador involucrarse; la primera sensación que genera la exposición es la de una especie de charcutería que descoloca al visitante. La ironía, de entrada, deviene un elemento importante a tener en cuenta a la hora de hacer una lectura provechosa de la exposición.
La extrema oscuridad del material y su lógica ductilidad dota las esculturas de Carme Pujol de una apariencia difícil de imaginar sin su particular uso de los medios; la luz se refleja sintéticamente con el plastificado del envase y, al mismo tiempo, se filtra por la zona transparente creando un rico diálogo con las opacidades. Tan interesante como las esculturas son las sombras que proyectan, todo ello modulado por una inteligente iluminación del espacio.
Eudald Camps
Artículo periódico "El diari de Girona" 10 marzo 2000.
Exposición Ziritione, de Carme Pujol.
